El hotel es muy bonito, lĂĄstima que los aires acondicionados no enfrĂan lo suficiente, son equipos pequeños para habitaciones tan grandes, las almohadas terribles, y por la noche no hay quien atienda, parece un hotel fantasma, no hay gente ni de seguridad, menos en la recepciĂłn etc,, obvio no contestan el telĂ©fono y para rematar hay un bar cubano junto a la propiedad con mĂșsica en vivo a muy alto volumen hasta las 2am, por cierto buena mĂșsica, jaja (olvĂdense de descansar)