El establecimiento tiene potencial, es agradable y tranquilo, con un bonito jardĂn, pero no me sentĂ cĂłmodo.
EstĂĄ regentado por una familia (o eso creo) que vive en algunos bungalows de propio establecimiento y siempre estĂĄn alrededor. HabĂa algo en la situaciĂłn y su actitud que me hacĂa sentir como un intruso en su casa. Aunque trataban de ser amables cuando me dirigĂa a ellos, realmente sentĂa que les estaba molestando. Creo que tienen poca orientaciĂłn al cliente, especialmente si son clientes occidentales, y poca atenciĂłn al detalle (por ejemplo, el mando a distancia del aire acondicionado estaba en chino y no habĂa instrucciones traducidas para facilitar su uso).
El lugar en general es muy tranquilo, aunque estĂĄ en la direcciĂłn de la pista de aterrizaje del aeropuerto, asĂ que cuando pasan aviones se oyen mucho.
A tener también en cuenta que estå lejos del centro de Alona, asà que una moto es imprescindible.
Es una pena porque el lugar tiene potencial, pero cuando te alojas en algĂșn lugar, especialmente si son bastantes dĂas, quieres sentirte tranquilo y a gusto.