Es como un albergue a precio de hotel de lujo. La primera noche una fiesta tremenda, pero como si nada, no habĂa o parecĂa no haber nadie responsable. la segunda noche, los de la habitaciĂłn de al lado, sin llaves, se dedicaron a aporrear la puerta y a hablar en voz alta hasta durante bastante tiempo, hasta que el compañero, dormido, se le ocurriĂł abrir. Imposible dormir en las dos noches. La tele no funcionaba, tenĂa un canal fijo; es verdad que esto, ni siquiera lo comunicamos.la ducha tampoco iba bien,... la habitaciĂłn deja mucho que desear para el precio que tiene.