Una habitaciĂłn bĂĄsicamente correcta, en un edificio de aspecto ruinoso y depresivo. Rif, el pueblo, es bĂĄsicamente nada, un pequeñĂsimo nĂșmero de casas, almacenes pesqueros y barcos en el puerto. Nadie en la calle en ningĂșn momento, ninguna tienda, servicio o similar, hasta varios kilĂłmetros, en otros pueblos. Al llegar, el navegador te lleva a una localizaciĂłn que te parece improbable: un edificio de almacenes o industria, de aspecto destartalado y deteriorado. Ni un alma. Siguiendo las instrucciones, se accede, en el interior, al apartamento. Ăste en sĂ mismo es, bĂĄsicamente, adecuado: tamaño suficiente, instalaciones correctas aunque algo anticuadas. Baño muy pequeño, difĂcil acceso a los toalleros, tras la puerta. Limpieza justa (suciedad bajo las camas). Las vistas, eso sĂ, inmejorables. Desde la ventana se ve el Snaefells. Adecuadas cortinas y wifi. El televisor no permite recibir mĂĄs que un canal, el resto no funcionan. Cocina, pero no frigorĂfico (y aquĂ casi todos los productos necesitan refrigeraciĂłn por no contener conservantes).